dimarts, 5 de gener del 2010

UNA HISTORIA REAL

Una señora mayor, tendría unos 70 años, quiere pasar entre el mogollon de gente que resta inquieta en la plaza del ayuntamiento. La gente nerviosa quiere ver a los reyes, unos ya están situados, otros tiene que moverse, hay gente que se tiene que encontrar con sus familiares… así que la multitud de gente se va desplazando a empujones.

Pues esa señora quería pasar, ir a comprar a una tienda. Una familia ya situada estaba mirando jugosamente el movimiento de la viejecita. La señora con sus codos, su bolso y el paraguas se abría paso entre la gente, hasta que llegó delante de la agradable familia. La madre (de la familia), jugando, le dio un pequeño empujón, al que la señora mayor respondió con un insulto y otro empujón. La madre al ver que esa viejecita le plantaba cara le dio tal empujón que la mujer no se vino al suelo porque había tanta gente que se pudo aguantar.

Des de hombros del padre, la hija, de unos 4-5 años chillaba: “¡mamá, mamá déjala en paz!” y lloraba. La anciana, con su orgullo se puso al lado de la familia y empezó a insultar y a defenderse con palabras. La madre le respondía con algún empujoncito.

La gente de alrededor se lo miraba, con desazón, angustiosamente, exitosamente, con miedo… pero todo el mundo lo miraba.

La hija empezó a llorar de veras, realmente había visto la misma situación en sus padres y no quería verla hoy, el día de los reyes. El padre, gran protector de la niña, salió en su defensa: “¡Nadie hará llorar a mi hija!” y se unió a la madre a empujar a la anciana.

Esa anciana respondía con golpes de paraguas, amenazando, insultando. El padre se quita la chaqueta y deja a su hija a la madre para que se ocupe, él se ocuparía de la abuela.

La gente sigue mirando.

La señora con toda la rabia levanta el paraguas unas cuantas veces, amenazando al hombre, de unos 40 años y que le sacaba medio metro. El hombre muy, pero que muy encendido, demasiado para la ocasión le cogió el brazo a la anciana, con toda la fuerza, y se lo giró. Creo que su hombro se quedo a nada de dislocarse.
La gente sigue mirando.

Finalmente conseguimos separarlos. Pero la gente no ayuda, que les pasa a todos. Tienen miedo. Porqué la gente no se enfrenta. Nada hubiese llegado tan lejos si solo 4 personas se hubieran puesto entre medio. Pero no, allí había 40 personas a un lado, i 1500 en el otro, pero nadie hacia nada. Eso si, luego todo el mundo cuchicheando, diciendo, opinando…

Menos hablar y más hacer.

Mucha rabia me quemaba dentro, ver reacciones de la gente. Gente pegándose, delante de mil niños, este episodio lo han presenciado unos 20 niños, una noche que por ellos es mágica (ni que fuera esta noche). Un hombre mayor pegando a una mujer anciana que se resistía. Si, puede hacer gracia, pero en realidad hace mucha pena, donde hemos llegado, la gente ve algo y lo mira de reojo.

Por favor, antes de todo seamos humanos, gracias.